viernes, 11 de septiembre de 2009

El trajín, la madre que parió a la Pajín y la vuelta al cole

Trajín el que se tienen los políticos grancanarios estos días a cuenta de las dunas de Maspalomas. Dicen que de los errores se aprende, pero también dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra y aquí entre nosotros si el hombre es político, muchas más.

Pero no sólo la política grancanaria da espectáculo, el circo se multiplica con la nacional. Preciosa la foto de Leire Pajín con el puño alzado como si estuviese en una reunión de la internacional comunista, sólo faltaba la imagen de Stalin y el arriba parias de la tierra… para completar el cuadro.

Pero después de leer lo de su mamá, lo entendí mucho mejor. A la pobre Leire le salió una mamá díscola y le monta un lío de “madre y señora mía” en el ayuntamiento de Benidorm, su tierra natal. Para los que no se hayan enterado bien, la historia es como sigue: la mamá de Leire es concejala por el PSOE de un ayuntamiento (el de Benidorm) en el que el PP ganó por mayoría absoluta, pero un concejal le salió rana a la derecha y dándose un chute de transfuguismo, se alía con la minoría del PSOE para tomar el poder a traición.

En clave democrática, es un gran timo que después de que te presentes por un partido utilices tu voto para que salga el oponente. Para solucionar esto se reunieron en su día los dos grandes partidos y firmaron un pacto anti transfuguismo; el cuál la díscola mamá se ha saltado a la torera poniendo en un brete a la número tres del PSOE, que es a su vez la Secretaria de Organización de su partido. Lógicamente se ha montado un guirigay que “pa” qué, no sé yo si de esta la podrá sacar su hipergaláctico y admirado jefe, pero me da la impresión de que las galácticas sillas en la cúspide del PSOE se mueven cada vez que uno de ellos se levanta. Después de enterarme de todo esto… comprendí que la pobre Leire lo está pasando muy mal, al fin y al cabo ¿cómo vas a reprender, por muy mal que se haya comportado a tu propia madre? ¿Cómo no se le va a crispar el puño en su desesperación?

Pero además estos días empezaron los colegios, no saben cuánto me alegro de que mis hijos hayan sobrepasado ya esta etapa de su vida, que me complicaba enormemente la mía. Escuchaba ayer en el programa de “Julia en la Onda” una entrevista con un doctor de apellido polaco muy interesante. Hablaba sobre los dolores de espalda de los niños provocados por el exceso de material en sus maletas. Daba varias soluciones de bastante sentido común, entre ellas que las editoriales dividieran las materias de los libros por trimestre y así se reducía en una tercera parte la carga. Como yo soy un “ensoñador” caí en uno de mis estados de ensueño y recordé mi época de estudiante y la carga de libros en la maleta (en aquella época no existía la mochila para libros). Me sorprende el que la gente de mi generación no tenga el brazo izquierdo más corto que el derecho (estirado por el peso) y afortunados son los que no tienen problema de cervicales.

Aunque para mí que he sido también sufrido padre, lo que más me indignó año tras año, era los cambios de libro texto. Para mí, simples argucias de las editoriales para obligar a los desgastados bolsillos de los progenitores a acometer desembolsos año tras año. Menudo negociete que un padre con cinco hijos tenga que comprar todos los años libros nuevos porque los pequeños no pueden utilizar los textos de los mayores. Infla las narices que además una cadena de TV te haga preguntas con conciencia y en una de ellas te diga que en España se consume más papel que en el resto de los países europeos ¡No te jode el listo! Multiplica todos los niños de España en edad escolar por el peso de sus maletas y por año de estudio, añádele a eso la imposibilidad de que los libros sean reutilizados y calcula las miles de toneladas de papel que se tiran a la basura cada año. Pero si además añadimos a todos los niños que por cualquier motivo han tenido que cambiar de colegio durante el curso y necesitaron comprar libros nuevos…

¿Les parece sangrante? Pues hay más y peor. Resulta que los niños cada vez saben menos, o sea que con los libros de hace veinte años se aprendía más que con los de ahora. ¡Coño! Que me expliquen de que ha servido todos los millones de toneladas de papel (que seguramente serán bosques enteros) que han terminado en la basura por inservibles. Pero es que si esto hubiera ocurrido con los gobiernos de derechas que fomentan el consumo y el despilfarro en aras de una mejor economía de mercado, vale, pero es que los gobiernos del PSOE con sus LOGSE y sus amiguismos editoriales, han sido igualmente (si no más) responsables de todo este despilfarro.

En la era de la informática el libro y el papel impreso no va a desaparecer, pero ciertamente que los nuevos soportes pueden reducir drásticamente el consumo. Un niño puede ir hoy en día al colegio con un pendrive (del tamaño del dedo meñique) en el bolsillo, que puede almacenar, no sólo todos los libros de este curso, sino todos los diccionarios, enciclopedias y textos que se hayan editado sobre cada tema en cualquier editorial y época. Pero… el problema es que no interesa. Los mismos que inventan asignaturas de conciencia ciudadana y fomentan desde textos y leyes la conciencia ecológica, son los que demuestran que al final el negocio es el negocio. Con lo cual, lo siento mucho por los padres que tengan hijos en edad escolar, porque el sacaperras les va a durar muchos años.

Juan Carlos Domínguez Siemens

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