sábado, 18 de octubre de 2008

La extraña historia del principe virginal (microrelato)

Había una vez una bella princesa que conoció a un bello y virginal principe en un baile de palacio.
Después de varios valses ejecutados magistralmente salieron al jardín a dar un paseo. La luna fue "testiga" muda de cómo el amor se abría paso entre ellos. Se despidieron quedando en encontrarse al día siguiente, a hurtadillas, en los aposentos secretos del palacio.
Allí en una tarde apasionada el príncipe conoció en toda su extensión lo que la palabra amor significaba. Tras siete orgasmos, rendido y a los pies de su amada le pidió la mano. Ella lo miró con los ojos entrecerrados y sorprendida le preguntó que si se lo estaba pidiendo en serio. Le respondió que sí y le juró amor eterno.

Pasaron quince años felices sin descendencia y un día el principe, que ya era rey, le preguntó preocupado:
-Isabel, ¿cómo es que todo el mundo tiene hijos y nosotros no?
Ella lo miró de la misma forma que lo había mirado el día que le pidió en matrimonio y le respondió:
-A ver Juanito, vale que yo sea la única mujer con la que te has acostado... ¿pero es que no has visto nunca otra desnuda?
-No
-¡Joder! ¿y nunca te ha extrañado que a mi me cuelgue lo mismo que a ti entre las piernas? -dijo ella con voz de barítono-

Moraleja: ¡No te cases virgen!


Juan Carlos Domínguez Siemens

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Intrigada, pinché rápido el enlace y... Ja,ja,ja...
Hacía mucho que no te leía. Intentaré ponerme al día. Chacho, a ver si nos vemos pronto! Bsos, Ángeles

Clito dijo...

Muchas gracias por tus amables palabras y felicitaciones. Vuelve por mi espacio siempreque desees y recuerdes.

Saluditos:):

Márian dijo...

Te envié un mensaje y ahora te envío la dirección nueva de mi blog,así, si tienes tiempo y ganas, me dices qué te parece:
en zapatillas.blogspot.com
Ciao y hasta "arrivederci"