El energúmeno del pleito insular y radio “La Colifata”

Soy grancanario, es decir, natural de la isla de Gran Canaria y orgulloso habitante de la misma. ¿El ser grancanario me hace mejor o peor que alguien? Pues no. No por ser grancanario y natural de Las Palmas de Gran Canaria, escribo (desgraciadamente) como Benito Pérez Galdós, ni canto como Alfredo Kraus, ni pinto como Lolita Massieu o Manolo Millares, ni hago esculturas como Chirino ni... eso, simplemente ni... Pero tampoco me hace falta para haber nacido en el mismo sitio que ellos, haber paseado por la misma ciudad que nos vio nacer y a lo mejor, haber compartido tertulias o cafés en los mismos lugares. Pero eso tampoco me hace ni mejor ni peor que cualquier ciudadano de cualquier otra ciudad del mundo.

Esta introducción parece un poco tonta, pero viene al caso por otras personas que sí creen que el haber nacido en un lugar determinado les diferencia del resto de los seres humanos del planeta. Pero no bastándole con ello, además necesitan vilipendiar a todos los que como yo, hemos nacido y vivimos en Las Palmas de Gran Canaria.

Para mí, es lectura obligada los editoriales de “El Día” de Tenerife, de hecho, todas las semanas leo tres o cuatro . Es como leer un chiste diario, por eso suele ser lo primero que hago por la mañana, así logra arrancarme una sonrisa y se me alegra el día. Cuando termino, siempre pienso lo mismo, ¿como es posible que este “señor” no esté en un manicomio? Un “frenopático” más bien. No porque sea cosa distinta del manicomio, sino porque el palabro es precioso y muy ilustrativo por lo de “freno”. Los editoriales no tienen desperdicio. Es tal su odio anticanarión que nos quita el “Gran” y ha rebautizado nuestra isla como la isla de Canaria. Año tras año, día tras día ha ido poniendo su ridículo veneno en cada una de las palabras que le dedica a esta isla y a esta ciudad. Y yo me pregunto ¿por qué no lo nombramos hijo predilecto? No hay persona que haya hecho más por la causa de Gran Canaria y de Las Palmas de Gran Canaria que Pepe Rodríguez, el director de “El Día” de Tenerife.

Alguien mucho más listo y más sabio que yo, dijo hace muchísimo tiempo: “El mayor enemigo de una idea es la exageración de la misma”. Tanto y tan mal ha hablado de Gran Canaria este “tipo”, que en Tenerife han llegado hasta a querernos. Porque todo el mundo se da cuenta de que está “loco” pero además loco de atar y no sé si al borde de ser peligroso. Pero no peligroso para nosotros, peligroso para si mismo. La verdad, su salud me preocupa, se va a envenenar de tanto odio.

Últimamente ha cambiado su línea editorial, ahora se ha vuelto “independentista”, pero de Tenerife y cinco islas. La isla de “Canaria” según él, debe permanecer fiel a la corona española, ya que aquí somos traidores al archipiélago y siempre hemos estado aliados con “los godos” conquistadores que colonizan y esclavizan a los canarios. Hace una defensa a ultranza de Las Teresitas, como mejor playa del archipiélago frente a la asquerosa playa de Las Canteras.Y vilipendia el oscuro y panzaburrezco clima de Las Palmas, frente al luminoso y maravilloso clima de Santa Cruz de Tenerife. De todo esto hace un batiburrillo, lo mete en un cóctel, lo agita... ¿y que sale? El archipiélago independiente de las islas Tenerife, con el mejor presidente que se puede tener al frente. ¿Quien puede ser? Ni más ni menos que el ínclito Zerolo, apuesta personal de Pepito Rodríguez, que por supuesto piensa que todo el “caso” de “Las Teresitas” está orquestado desde Las Palmas para derribar al futuro adalid y presidente de la independencia de Tenerife (+cinco islas).

Y yo me pregunto ¿No será que el tal Pepito Rodriguez está “pringao” hasta las cejas en el famoso “caso” y por eso necesita ser el valedor a ultranza de Zerolo? Es lo único que se me ocurre en defensa de la salud mental de Don Pepito. Porque como siga por este camino me veo a los de “Aquarius” pasando de “Radio La Colifata” y haciendo un spot con el loco de “El Día” en la república de Tenerife (y cinco islas más).



Juan Carlos Domínguez Siemens