"Aguedita volvió a tomar la palabra
-Bueno, hoy no quiero darles mucha charla, sé lo cansadas que se encuentran. Sólo les quiero añadir un par de cosas de las que ya les he dicho en estos dos últimos días.
Hay otra forma de mantenerse alejados del dolor, de la que no hemos hablado y que algunas personas practican toda su vida.
Es la disciplina.
La disciplina, ayuda también a enfrentar el dolor, pero tiene varios inconvenientes. El primero es que puede llegar a convertir a la persona que la practica, en fría y distante, la segunda, es que la puede transformar en dura y quebradiza y la tercera, que solo funciona con la fortaleza mental y física de quien la practica. Lo peor de todo, es que hace que el sufrimiento y el dolor interior crezca y se acumule con el tiempo. Un día se acaba la resistencia y el dolor acaba por vencer, pero entonces ya es tarde.
Otra cosa que tienen que saber, es que aunque el dolor es humano, los hombres tienen más capacidad para defenderse de el. Tienen vías de escape de las que la mujer carece. Los hombres doloridos se refugian en el sexo, el trabajo, el juego, el alcohol o cualquier otra cosa que se lo quite de la cabeza. La realidad, es que lo único que hacen es aplazar lo inevitable, pero les permite sobrevivir. A las mujeres sin embargo, el dolor no resuelto les va invadiendo todos los ámbitos de la vida hasta que las mata."
Extracto de las lecciones de Aguedita en: "María la pañidera"
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